El día para Orar y Clamar es hoy.
En Daniel 2:17-18 leemos de una situación que amenazaba la vida de mucha gente, y la acción que tomaron:
17 Luego Daniel se fue a su casa e hizo saber a Ananías, Misael y Azarías, sus compañeros,
18 para que pidiesen misericordias del Dios del cielo sobre este misterio, a fin de que no pereciesen con los otros sabios de Babilonia.
El día de Clamar es hoy
El virus de la influenza humana tiene en jaque a nuestro gobierno, y amenaza con destruir muchas vidas, y de paso la economía del país.
Todos, algunos más otros menos, estamos siendo afectados por la contingencia.
Algunas familias ya están sufriendo afectación en la economía familiar, y nadie sabe a ciencia cierta, cuándo y cómo terminará todo esto.
En estos momentos es fácil caer presa de la desesperación, ya que el temor asedia la puerta de nuestro corazón con mucha insistencia, y nos vemos tentados a rendirnos a la desesperanza.
Al igual que Daniel, y ahora por instrucciones del C. Presidente de la República, estamos instruidos de quedarnos en nuestras casas, pero no para lamentarnos, sino para convocar a toda la familia, y juntos pedir misericordia por nosotros, nuestras familias y amigos, y por nuestra nación, para que no perezcamos.
Es tiempo de ponernos a cuentas con Dios; de enderezar nuestros caminos, de arrepentirnos de nuestros pecados, para que seamos perdonados, y vengan de la presencia del Señor Tiempos de Refrigerio (Hechos 3:19)
Un comentarista de televisión, mencionó que después del temblor del lunes, él vio mucha gente fuera de los edificios arrodillada, y dijo: Así deberíamos estar todos: arrodillados.
Preguntas para cada integrante de la familia
¿estás preparado para morir?
¿estás reconciliado con Dios?
¿estás ocupando este tiempo para acercarte a Dios?
¿Estás dedicando tiempo para compartir fe a los que te rodean?
Dedica tiempo en familia a leer la Biblia, a leer libros que te edifiquen, a ver videos y películas con mensaje cristiano, y otras con mensaje positivo.
Ayuna de televisión
No inviertas tiempo en programas y películas que te inviten a pecar, o que te alejen de Dios.
Cuando alguien te hable de las crisis económica y de salud que vivimos, compártele la esperanza de los que confian en Dios.
Comparte el Plan de Salvación con tus conocidos, en cualquier oportunidad (¿que pasaría si mañana ya no están, y ya no tienes otra oportunidad de hablarles?
El día de actuar ha llegado
Hoy con mayor fuerza que nunca, se oyen las palabras de nuestro Señor Jesús: Yo Soy, No Temáis (Juan 6:20)
En Cristo
H.V.
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